Ética de la virtud
Habrán circunstancias en las que, para promover la mayor cantidad de
felicidad entre la mayor cantidad de gente, uno debe renunciar a la felicidad
propia.
La ética de la virtud se remonta a la Grecia antigua, siendo Platón y Aristóteles
sus máximos exponentes. Aristóteles, la felicidad (en el sentido antiguo) es
aquello a lo que todos los humanos aspiran en última instancia.
Si queremos ser felices, tener una vida bella, admirable, debemos
volvernos virtuosos. La virtud es aquello que nos hace buenos, se adquiere a través
del hábito e implica dar en el punto medio tanto en nuestras acciones como en
nuestras emociones.
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